miércoles, 15 de julio de 2015

Capítulo I.

Cómo ser una chica del montón mola mogollón.

Ni si quiera sé como escupir las cosas aquí. Llevo años escribiendo blogs, entradas de amor, de desamor, de muerte, de vida... Pero escribir algo, sin más, para desahogarme, no sé cómo hacerlo.
Ahora mismo estoy tranquila. He pasado dos días malos y creo que a las tres de la mañana del 16 de Julio veo que todo puede ser posible. Bueno, como leí una vez en Un Mundo Amarillo: "durante las madrugadas piensas que TODO es posible." Y así es.

Ayer me sentía como si fuera un trocito de hielo entre unas manos muy calientes. Me derretía y nadie podía impedirlo. Me deshacía en lágrimas saladas sin saber cómo parar.
Hoy es distinto, hoy las lágrimas son más de desahogo, de respiro.

Me han dejado.

Es hora de decirlo. Han pasado dos días. He sentido cómo cada hueso de mi cuerpo se hundía y como por ellos escalaban cada una de mis inseguridades.
¡No! Tengo que ser fuerte. Pensar en mi, en mi y sólo en mi es una prioridad.

Nadie puede arrebatarme la sonrisa. Nadie puede ser dueño de mi vida. Nadie puede jugar con mis mayores miedos. Son cosas que yo controlo. Yo elegiré quién me hará feliz a partir de ahora, sea quien sea, espero que lo hagas bien.

Sino te puedes ir a la mierda.

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