Siempre he pensado que las cosas buenas prevalecen sobre las malas. Creo
que cuando alguien hace algo que te llega a doler hay que poner sobre una balanza
los malos momentos y los buenos, ver así cual pesa más para ti.
Quizá por eso soy de esas personas que perdona y olvida, por eso soy tan
confiada y, a veces, hasta pienso que soy estúpida. No soy rencorosa. Eso en
cierto modo es bueno y malo a la vez, es bueno porque no trato de ‘’vengarme’’
de la gente, pero el lado negativo es que vuelvo a confiar en ellos como si
nada hubiese pasado y, en ocasiones, todo sale mal porque hacen lo mismo de
nuevo. Sin duda es horrible tener la sensación de que te están usando.
Pero, ¿y ahora? Ahora la gente no sabe dar oportunidades, haces lo mínimo
y dejan de hablarte e incluso de mirarte, agachar la cabeza no te hace ser
mejor persona. La educación va lo primero, es algo que mi madre me enseñó de
pequeña y es algo que siempre he respetado. Por mucho que no quiera ni hablar
contigo te diré ‘’buenos días’’, quizá parece hipócrita, quizá lo es, pero me
da igual. Soy así.
En fin, para terminar debería decir que cuando repites una cosa un par de
veces y me duele dejo de confiar en ti automáticamente, soy buena pero no
gilipollas.