domingo, 12 de mayo de 2013

Duchas para despertarse.

Noto sus besos en mi espalda al despertarme y abro los ojos, la noche ha sido larga, recuerdo haberme despertado varias veces pensando que el despertador estaba roto y no había sonado. Bostezo y vuelvo a cerrar los ojos. Es bastante bonito despertar al lado de alguien como él. Me gusta notar su barba en mi cuello cuando me da besitos, y su mano pasando lentamente por mi cintura y luego por mi pecho hasta llegar a acariciarme la cara. Me gusta empezar el día así. El me da besos y yo se los correspondo. Los días que duermo con él siempre me ocurre lo mismo, no me quiero ir, le echo de menos.
Ya que por fin nos hemos desperezado totalmente con una simple mirada nos vamos a la ducha, los dos juntos. Con ganas me desnuda, con besos y risas le quito la ropa. Poco a poco nos metemos en la bañera, la cual parece más grande cuando él no está, tras besos y sonrisas salimos de la ducha, a regaña dientes se pone la ropa. No podemos estar desnudos todo el día, ¿no? Quizá si, pero eso lo dejamos para otro momento.

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