lunes, 7 de enero de 2013

21 guns.

Esta es mi sorpresa de cumpleaños una semana antes del cumpleaños, sé que ese día no quiere absolutamente nada, por no querer no quería ni esto, pero mi deber como amiga es hacerle algo tan cursi que le haga sonreír demasiado.
Hace tiempo que me tiene fascinada su manera de hacerme sentir bien, de hacerme ver las cosas como son y de decirme las cosas según las piensa, no por agradar a la gente. Una explosión de amistad, es gracioso porque yo pensaba que un mejor amigo era mucho menos de los que él me ha dado en cuatro meses, es el hermano que no tengo, también por la relación que tenemos: me ayuda, me defiende, me entiende, me hace sonreír, pero a la vez me hace de rabiar, si se tiene que enfadar se enfada, me dice lo que hago mal... Un hermano, si.
Odio cuando me deja con ganas de mimos, pero me encanta quedarme hasta las cinco de la madrugada escuchando como jugaba con sus muñecos, leyendo su pizarra, hablando de frikadas, de películas que nunca vi, debería ver y aquellas que bajo ningún concepto debo ver, ver su cara de enfado en la que levanta una ceja y me llama... Puta, pedorra, rubia, fea, guarra, y un sin fin de insultos que me dan igual porque sé que los dice con todo el amor con el que se pueden decir cosas así.
Para mi siempre serás ese tío que habla de forma irónica, borde y graciosa a la vez, que me encanta. Siempre habrá un cielo tras la muralla, recuérdalo.
Felices no 21, por ahora.

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